Un Tucumano suelto en Salta

Días atrás tuve la oportunidad de viajar a Salta, lamentablemente no por placer.
El viaje fue fugaz, ida y vuelta muy rápida, pero me dejaron algunas impresiones que a los tucumanos nos llamarían la atención.

Lo primero, es que al aproximarnos a la capital salteña, la ruta está en muy buenas condiciones, mucho mejor de lo que años atrás podríamos haber encontrado, lo cual habla muy bien y deja una muy buena primera impresión.

Al llegar a Salta, su terminal, también era agradable, es mucho más chica de la terminal de Tucumán, pero nada desagradable.

Una de las cosas que para un salteño es totalmente normal, pero no para un tucumano, es el color de sus taxis: son rojos !.

Saliendo de la terminal, podemos observar las aerosillas que llevan hacia el cerro, y para mi sorpresa, todos los habitáculos subían llenos.

En cuando a los precios, debemos aclarar que es más caro que en Tucumán, para darnos una idea; un sandwich de milanesa (en la calle), cuesta entre 7 y 9 pesos, depende de la zona donde lo compremos; pero comparado a Tucumán, donde conseguimos desde $4 (garantizando que no es gato !).

Una de las cosas que me impresionó pero no de grata forma es el estado en que se encuentra el Cabildo Histórico de la ciudad, el cual comparado con la Casa Histórica de nuestra provincia, podríamos decir que está en ruinas.

En fin, un viaje corto, pero agradable. Algunas fotos de Salta:

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